La ceguera del diseño presente

April 11, 2022 1:01 pm Published by

dudas

Las escuelas de diseño parecieran estar conformes y felices con sus programas educativos.

Todos nacidos de la bauhaus, siguen replicando un modelo fundamentado en una idea moderna del diseño que ya cumplió más de cien años y que aun consideramos como punto prominente del desarrollo de la profesión y su legado.

Y no hay culpa en ello, la bauhaus nos mostro que pensar una nueva modernidad era posible; el problema quedarnos estancados en ella. Es quizás por eso que la seguimos replicando; queriendo ser modernos, pero en el siglo equivocado.

Entender y poder darle una cara visible a lo que es la modernidad de nuestro tiempo, es una tarea difícil para quienes vivimos el tiempo presente, ya que no siempre somos conscientes de ella y solo puede avizorarse con mayor claridad mirando hacia atrás, cuando se pueden ir atando cabos, fechas e hitos del desarrollo de nuestra profesión que den un panorama mas claro y definido en estilo, tecnología y metodologías; es difícil saber donde estas cuando estas sumergido en un mar del cual no sabes dónde están sus orillas.

Quizás aun no nos damos cuenta de que el futuro ya llegó, quizás aun esperamos a los autos voladores o los viajes en el tiempo para poder cerrar el ciclo y, convencernos de que hace más de veinte años cambiamos de siglo y que esas cosas no están cerca de llegar en un corto plazo al menos.

¿Es entonces viable perpetuar este modelo de futuro? ¿Es rentable y competente, entendiendo la velocidad y giro de tendencia y conocimiento que esta dando el mundo del diseño y su conexión con la realidad? Lo mas probable es que no, pero ahí seguimos con modelos anacrónicos basados en ideas centenarias, que si bien mantienen un espíritu inquebrantable hacia el futuro, ya no pueden ser el pilar de la educación hacia la modernidad que ellos mismos profesaron.

Seguimos pegados en la idea de una modernidad romántica que llego a su punto álgido en la forma y fondo de productos simples y utilitarios, justificados y valiosos. Sin duda grandes diseños que han envejecido tan bien, que aun los vemos como productos del propio tiempo que habitamos.

¿Es necesario avanzar en esta idea de modernidad aplicada a productos, objetos y servicios? o por el contrario, estamos bien con esto y podemos regocijarnos de al fin haber llegado a un punto de desarrollo donde ya no es necesario evolucionar la forma por sobre la función?

Pregunto esto, ya que pareciera que la creatividad se agotó, o al menos, que este agotamiento de las ideas, es mas evidente en las escuelas que aun mantienen el modelo que nos entrega la pauta estético/visual del como diseñar y donde cientos de alumnos siguen repitiendo el antiguo patrón moderno sin avizorar una ruptura del molde epistemológico de nuestra praxis y menos de crear algún tipo de innovación relevante hacia las nuevas complejidades del mercado.

Quizás no nos hemos percatado del sisma tecnológico del que somos parte y el cambio no esta necesariamente en cambiar las formas que ya funcionan desde hace cien años, sino de comenzar a entender la relación de los nuevos procesos de manufactura, su relación con el medioambiente y la capacidad de replicación eficiente y eficaz que un objeto puede tener en la facilidad de la impresora 3D casera.

Quizás ya no necesitaremos de diseñadores que piensen productos mas complejos, sino diseñadores que nos entreguen soluciones mas simples y accesibles levantadas de nuestras propias necesidades como consumidores, donde el diseño se transforma en un proceso metodológico de captura de necesidades para crear valor, antes que una oferta variada de productos, saturando mercados ya existentes, para usuarios insatisfechos.

El futuro del diseño esta en saber proyectar soluciones al futuro y hacerlas accesibles, tal como la bauhaus lo quiso algún día. Debemos buscar la sintonía con una nueva forma de capturar, crear y distribuir valor a quienes aun no saben que lo necesitan.

La clave de la competitividad esta en el diseño que sea capaz de ver profundo en su propio futuro, antes que el mercado lo termine cambiando por otra herramienta para la satisfacción de sus caprichos.

El futuro es ahora y parece que ya vamos tarde.

Rafael Chávez S.
Director – El Diario Diseño
Diseñador Industrial/Máster en Diseño