Pregunta Retórica

Si el diseño es la respuesta ¿Cuál es la pregunta?

Pareciera una pregunta casi absurda, pero tengo la certeza de que muchos diseñadores aun no conocen la respuesta.

Quizás tu primer reacción fue decir que si sabias, claro ¿Cómo no? Si tengo clara una idea de la definición de diseño y todo lo que su hacer implica. Pero esa no es la pregunta; no estamos intentando definir diseño, si no entender de donde nace su propósito.

Pongamos un ejemplo; medicina es a salud, leyes es a justicia, entonces ¿a qué responde el diseño? No es a su forma de hacerlo, no es a su proceso, no son sus elementos o metodologías involucrados; si no preguntarnos, ¿Cuál es la necesidad que justifica el diseño?

La pregunta parece innecesaria para quienes hacen diseño día a día y no es mi intención entrar en una disputa etimológica del término, si no hacer hincapié en las certezas que no solo los diseñadores debemos tener, si no el constructo social que como profesión hacemos entendible a los demás de nuestras capacidades.

Un producto que no se entiende no se valora y no se puede usar. La gente no sabe lo que es el diseño, la gente solo cree entender lo que es, por sobre los elementos que valora de el y que ve reflejado en los productos y servicios que consume y, lo más probable es que si le preguntamos a cualquier persona por sobre lo que es diseño, se moverán en el rango de lo estético, lo creativo y el proceso que conlleva hacer algo; eso que entienden sobre lo que es el diseño.

Es difícil dar un mensaje de utilidad, valor y solución de problemas, cuando la forma que se tiene por sobre el fondo, es mayor que la utilidad de este.

Sigue habiendo una desconexión entre la utilidad de la herramienta y la necesidad que el “consumidor” ve en ella. Mucho se ha hablado de la necesidad de educar al cliente y, aunque estoy parcialmente de acuerdo con ese planteamiento, ya que nuestra función primordial es el diseño y no la educación, la cual no hemos sido preparados para impartir y que suele ser fértil en los oídos de los clientes que ya entienden lo que consumen o al menos están abiertos a hacerlo.

Creo que el problema es aún más profundo, que el no entendimiento por parte de quien no está obligado a saber.

El entendimiento de la utilidad de una profesión nace del valor creado. Todo quien ha tenido un problema y ha encontrado la solución ha creado valor para sí mismo y, es este proceso en donde se crea el vinculo que logra debelar la respuesta a la pregunta que nos reúne.

Ese valor que se crea desde el cliente hacia el producto o servicio es el que termina por darle una respuesta concreta y clara “para su propio entendimiento” y, que termina por vincular la profesión como una respuesta a sus necesidades específicas.

Debemos comenzar a vincular las preguntas ante el ¿Cómo soluciono este problema?, con la utilidad de nuestra profesión y, quizás así no seguiremos culpando a los clientes de no valorar un producto, que aun no nos damos el tiempo de dar a entender.

Rafael Chávez S.
Director/El Diario Diseño.