Suspendidos en Transición
La pandemia y sus crisis relacionadas, han demostrado cómo algunos fenómenos de nuestro tiempo no terminarán definitivamente, sino que marcarán el comienzo de una serie de estados y situaciones incómodas y poco claras que se proyectarán hacia el futuro.
Nos encontramos en la era de los espacios “liminales”, esa sensación de cuando no se está ni en un sitio, ni en otro. Es estar en un umbral, entre una cosa que se ha ido y otra que está por llegar. La enfermedad, la adolescencia, el desvelo o la locura transitoria son estados liminales, como también lo son los viajes, ya sean por placer o por necesidad.
Y hoy tenemos más que nunca una necesidad; la de certezas, de caminos bien mapeados y finalidades claras; esa hoja de ruta que esperamos alguien trace y sea capaz de guiarnos por ella en este nuevo y desconocido mundo post pandémico.
Estamos en una crisis de liderazgos y certezas, ante una pandemia que ha jugado con nuestras mentes, nuestros hábitos y seguridades y que se ha metido a nuestras casa y con nuestras familia y amigos. ¿En quien confiar cuando todos estamos afectos a esta crisis?
Las cambiantes prácticas de diseño en respuesta a la pandemia nos dan nuevamente la respuesta a estas dudas. El diseño se adapta para, por y con las necesidades, es fruto de su capacidad de adaptación, la misma que nos ha dejado en claro que consumimos mas de lo que debemos, que podemos cambiar nuestros hábitos, que podemos cambiar las formas de ser y hacer la profesión, así como de evolucionar y traspasar sus limites establecidos en la normalidad que mas que nada era la falta de libertad para volver a encerrarnos en una oficina, en una pantalla o una rutina eterna y sentirnos normales.
La pandemia nos dio una probada del futuro sin filtros y del miedo a el que no sabíamos que teníamos. Es lindo pensar en el futuro cuando se tiene control sobre lo que se desea de él; teletrabajo: que lindo seria no salir de tu casa, que genial seria quedarte durmiendo, vas atener mas tiempo para tu familia, vas a poder darte mas tiempo ¿y fue tan así?
El futuro teórico es genial, porque es controlable, es lineal y fabricable a medida que se puede controlar su aceptación y adopción, el resto es miedo y caos a las inseguridades de una interrogante universal; ¿Y ahora qué?
Afortunadamente, y como siempre, hemos podido aprender de estas experiencias y con mucho, salir fortalecidos de una catástrofe social en toda su extensión, aprendimos la necesidad de salud mental y física, sobre el darnos tiempo, sobre compartir y valorar lo cotidiano, la familia y las relaciones.
Hoy en un nuevo día del Diseño, es pertinente incorporar el futuro a nuestras vidas y comenzar a preguntarnos: ¿Cómo debería el diseño como profesión (re)definirse a sí mismo? ¿Cómo los diseñadores pueden aprovechar la oportunidad de imaginar futuros alternativos? ¿Cómo las organizaciones pueden apoyan este proceso? ¿Cómo rediseñamos las practica y enseñanza del diseño en nuevos escenarios?
Por mucho tiempo nos segamos al positivismo del futuro cómodo, donde alguien más arreglará algo que nosotros podemos pero no nos interesa hacer y, si bien no puedo hablar por todos, esperar un cambio radical que haga una diferencia es tan arrogante como la idea de que las cosas se harán solas.
Hemos pasado por una larga primavera de seguridad ante tamañas preguntas, y ya es hora de comenzar a enfrentar la incertidumbre desde la propia certeza de proyectar un futuro para la práctica del diseño, tanto desde la epistemología, teoría, fundamentos y práctica.
El líder que nos guía es interno y debe ceñirse a las propias certezas de que habitamos un mundo cada vez más incierto.
Rafael Chávez S.
Director – El Diario Diseño
Diseñador Industrial/Máster en Diseño