Diseño más que nunca

November 29, 2021 11:57 pm Published by

cambio

En la era de las revoluciones, pandemias y cambios socioculturales que ha demostrado la sociedad sobre la necesaria toma de conciencia hacia un entorno diverso en género, sexo, religión, cultura, representatividad, valores y pensamiento; debemos entender de que es momento de replantear la forma en que la profesión del diseño se ve a si misma en este nuevo escenario.

Hoy tomamos conciencia de que existe una nueva forma de ver que no esta dispuesta a aceptar las mismas propuestas antiguas de una profesión que se entiende como el eje de cambio para esta nueva forma de entendernos como país.

Hoy nuestro problema radica en saber como nos adaptaremos mas allá de un discurso y de una postura irrestricta hacia los designios del mercado, donde siempre ha parecido que nos movemos al ritmo de sus aguas y que no avanzamos con rumbo propio. Hoy el diseño sigue siendo invisibilizado por la forma en que la sociedad entiende su utilidad más allá de todo lo que podamos decir en contra, donde se suele acusar al cliente disconforme con que “no sabe de diseño”, “tiene mal gusto” o “no entiende mi arte”, una excusa común y mas digna de alumbrados que de iluminados.

Hoy mas que nunca debemos romper esa postura anacrónica de divinidad, en donde solo los diseñadores entienden los males que aquejan a los suyos; no somos especiales, pero si irremplazables y ese es el punto que debe darse a entender. Seguramente te parece que es una afirmación soberbia, pero entendámosla desde el punto de vista mas amplio posible; el diseño esta en todo, el diseño es invisible a los ojos del usuario hasta que lo necesita, el problema es que no lo valora porque los únicos argumentos que conoce suelen estar equivocados la mayor parte de las veces y somo nosotros los que seguimos reafirmando esa postura divina sin resultados concretos a las necesidades de un cliente insatisfecho que no dudará en usar eso como argumento en nuestra contra.

Hoy debemos actuar como activadores de un cliente hacia la solución de sus propios problemas y necesidades; la educación del cliente es justa y necesaria cuando el argumento no es solo el resultado de aplicarlo sino el entendimiento de lo que se pierde si no se aplica.

Si validamos una visión clientelista de nosotros mismos, no estaremos cambiando nada y solo profundizaremos la brecha sobre el estigma de artistas incomprendidos y divos que cobran caro por algo lindo opero inútil en comparación a otras profesiones.

Es por eso que tristemente, un ingeniero comercial tiene más opciones de dirigir el área de diseño de una empresa que un diseñador.

Hoy, el diseño es el llamado no solo a repensar la praxis, sino a revalorizarla desde un foco social, sostenible y sustentable que replantee toda la cadena de valor desde el diseño, hacia las empresas y no al revés. El poder ya no está en el mandante ya que no es tema de dinero, es tema de conciencia, de valores y la resignificación de los símbolos y signos que sustentan una nueva forma de ser y hacer.

¿Podremos hacerlo? ¿somos capaces?, vivimos en una paradoja de la utilidad, donde somos necesarios pero dispensables a la vista de quienes aun no entienden la relación del valor más allá de la generación de ganancias para sus negocios y no de la inversión intangible que comprende un buen diseño al generar fidelidad con las ideas y valores a través de un producto tangible.

Hoy debemos generar una nueva mística que sea congruente en lo que queremos, somos y como nos mostramos hacia el futuro, ese que requiere del diseño de manera urgente, como medio para cimentar todos los cambios positivos que como sociedad hemos logrado; porque el mundo de hoy necesita del  diseño más que nunca.

Rafael Chávez S.
Director / El Diario Diseño