Thinking about Design Thinking

May 3, 2017 1:50 am Published by

“Hay que hacer algo, pero no pensar en hacer algo”
-Francis Picabia

DesignThinking

Desde la primera vez que comencé a oír el concepto “Design Thinking” en la calle y hasta el día de hoy, me he encontrado cada vez con una versión más distorsionada que la anterior. Creo que la peor, y lo que me motivó a volver a tocar el tema, ha sido: “es una nueva metodología de Diseño”.

La gran pregunta es: “está cambiando la forma de hacer Diseño o están cambiando los escenarios de aplicación del Diseño?”

Muchas veces, a la hora de vincular el concepto en áreas de aplicación como el trabajo dirigido a la base de la pirámide social, se cuenta dentro de sus beneficios la incorporación y la consideración del usuario en el proceso de Diseño de productos y/o sistemas incorporando la empatía en el proceso y que gracias a esto, los resultados que se están generando son soluciones atingentes al grupo objetivo.

Pues bien, el proceso de Diseño no ha variado mucho desde los inicios de la disciplina, y en todo su proceso de pensamiento se consideran las necesidades, la cultura, los hábitos, el ingreso del usuario, la materialidad, los procesos de fabricación, el lugar donde vive, el acceso a la información, su nivel de educación, el prototipado de soluciones del producto, entre otras cosas.

El Design Thinking se refiere más bien a la aplicación de la metodología de Diseño en otras áreas distintas al desarrollo de productos o servicios. Más específicamente, se refiere a cómo el pensamiento, la forma de enfrentar y solucionar problemas que tiene un diseñador profesional, puede ser aplicado en otras disciplinas, en nuevos escenarios; así como en el diario vivir de diferentes y variadas organizaciones, a modo de generar espacios que faciliten el desarrollo de la innovación o “Una forma de pensar la gestión basada en el Diseño” como lo dice Xénia Vidalás en su libro “Diseño Rentable”.

Toda solución correcta, global y asertiva no es posible, si la definición del problema no es la correcta. Debido a que el Diseño es un oficio multidisciplinar, está en la naturaleza del diseñador profesional considerar todos los actores y factores involucrados en situaciones problemáticas, así como proyectar y ejecutar soluciones globales pensadas desde y para el usuario.

En este marco, decir que el Design thinking es aplicable en la generación de soluciones dirigidas a las problemáticas de la Base de la pirámide social mediante el trabajo colaborativo con las familias, es quedarse sólo en la punta del iceberg. Los buenos resultados a la hora de desarrollar productos están directamente relacionados a la capacidad de observación del diseñador encargado, lo cual, más que por un tema de desafíos, dedicarse a este público objetivo pasa por un tema de vocación.

Hoy en día el desafío se ha volcado a la organización y a la optimización de los recursos humanos que tenemos a la mano, o en desarrollar nuevos sistemas de acción para involucrarlos en nuestros campos de acción. Es decir, el real desafío está en proponer soluciones sistémicas a las problemáticas sociales que incorpore e involucre a las distintas disciplinas, áreas de trabajo y sus distintos profesionales.

Sería poco sensato negar que la pobreza, como cualquier problema social, es un problema sistémico, ya que diversos factores provocan esta condición (algunos hablan de probabilidades). Y es en ese mismo orden en el cual debieran pensarse soluciones para las malas prácticas sociales y culturales; una solución sistémica en donde se incluyan la educación, la salud, la economía, las políticas públicas, la calidad de vida, el acceso a los servicios básicos, nuevas oportunidades, entre otras cosas.

Por ejemplo, mientras la arquitectura está preocupada en desarrollar sistemas habitacionales que incluyan todos los elementos básicos necesarios para cubrir las necesidades propias de una comunidad (abastecimiento de alimentos, salud, sedes de reuniones, plazas de juegos, comercio, etc.) más parecida a una “Villa Frei moderna” y no a “las casas chubi”; la sicología podría estar dedicada, en alianza con el trabajo social, a trabajar con la comunidad temas de crecimiento personal como la autoestima, familia, convivencia o cuales sean los que una previa investigación de campo indiquen como necesidades. Mientras que el derecho está enfocado en hacer cambios en las políticas públicas; la ingeniería comercial podría estar encargada en generar modelos de negocio personalizados para los emprendedores locales o en sistemas de cambio aplicables a la comunidad. Diversos puntos de acción pensados en que el emprendimiento social se lleve a cabo desde todas y cada una de las áreas del actuar humano, y tal vez todas con el mismo fin: Mejorar las condiciones de la calidad de vida de la base de la pirámide.

¿Y dónde está el diseño? En todo, además de proponer productos pensados en mejorar la calidad y condiciones de vida al interior de esas casas; de generar elementos urbanos que refuercen la identidad única de esa comunidad; de desarrollar productos que consideren a la BPS en las cadenas de valor o que dichos productos estén pensados acorde a los ingresos diarios del sector omitiendo al máximo la barrera de costos; de enfocarse en el desarrollo de un plan de emprendimiento colectivo propio de la comunidad (como una mezcla entre un servicio país y un proyecto Armo). Además de todo aquello, puede perfectamente ser el protagonista de todo este proceso de cambio, quien proyecte, planifique, guíe y ejecute los pasos de acción a seguir, además de coordinar el actuar de los distintos actores involucrados, pasando por profesionales de distintas áreas, entidades gubernamentales y los beneficiarios.

¿Y en qué vamos dentro de toda esta “utopía”?

Por fin la temática está haciendo ruido y las áreas profesionales que se muestran interesadas en resolver problemáticas de la base de la pirámide social aumentan día a día, y miran el tema desde un punto de vista más concreto y activo. Cada día las manos interesadas y disponibles son más… ahora falta aplicar el Design Thinking.

Francisca Schleyer. Diseñadora Industrial
Colaboradora EDD